viernes, 21 de octubre de 2011

Desde tu cama

apagas la luz
te sales de tu cascara
           -Dios te mira-
desde el rosetón morado de su expiatorio
avanzas por el cuarto
a ojos abiertos
              dejando huella en la pared
hoy pintada de azul quedo
tu desnudez ilumina
el cuenco de caricias

desde tu cama te observo
no alcanzo las palabras
                -que a la carrera-
nos dejan a solas

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