viernes, 11 de noviembre de 2011

Sombras azules

al compás que marca le cangrejo violinista
mi alma se va secando junto al mar
la sal de tu nombre me va herrunbando
la lejanía de tu tacto quema mi piel

en esta cruel distancia que nos separa
van muriendo de a uno pasiones y deseos
un viento gélido y septentrional me erosiona
solo va quedando polvo mio en tu recuerdo

cruel destierro marcas como mi destino
para seguir viviendo en paz la vida
esa cotidiana de automotores y saldos
la de pagos de casa víveres platos sucios

los locos no encajamos en esas realidades
vivimos al día y casi de besos y sonrisas
no entendemos de hipotecas o caducidades
vamos persiguiendo azules cuentos

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